¿Qué es el feedback? Definición y tipos

Una traducción literal, y bastante ajustada, de feedback nos llevaría al término “retroalimentación”. Tenemos ‘feed’ (alimentar) y ‘back’ (de vuelta), por lo que el significado más ‘rápido’ para el término sería retroalimentación. Claro que hay muchos más matices, sobre todo cuando hablamos de feedback en el ámbito corporativo y en términos de gestión empresarial o de recursos humanos. Por ejemplo, ¿entre qué agentes se da esa retroalimentación?

Porque el feedback puede darse entre un empleado y su superior o coordinador, una vez le ha hecho entrega de un proyecto o encargo, pero también, entre una empresa y su cliente final, lo que se conoce también como customer feedback.

Porque feedback y comunicación son dos conceptos que van de la mano y cuya vigencia crece con el tiempo; atrás quedó la época de comunicaciones unidireccionales en las que la empresa era el único destinatario de un mensaje y el cliente un receptor sin voz ni voto. Es más, aquellas empresas que no habilitan un mínimo feedback son castigadas con un desgaste en su imagen de marca y la valoración general de los usuarios.

¿Qué tipos de feedback emplean más las empresas?

La retroalimentación puede variar el contexto y los actores implicados, también en función del tiempo en que se aplica, ya sea de manera puntual o continuada, y se acota en esta tipología:

• Feedback positivo. Se emplea, dentro del ámbito laboral, para reforzar el buen trabajo o desempeño de un trabajador. Con ello se consigue no solo elevar el estado ánimo del trabajador, sino de dotarle de la confianza necesaria para que siga evolucionando en sus tareas, lo cual beneficia a todas las partes. Obviamente, debe estar basado en conquistas reales, ya que un feedback positivo en tareas realizadas de manera deficiente sería a la larga contraproducente. Se conoce también como feedback constructivo.
• Feedback negativo. La otra cara de la moneda. No hay que confundirlo con una crítica, y menos aún destructiva; el feedback negativo es necesario para que exista el positivo, pero va encaminado a lograr, con el tiempo, esa recompensa del feedback negativo corrigiendo los aspectos que haya que corregir, ampliando la información allá donde hubiera podido faltar e incluso añadiendo formación específica para mejorar las aptitudes con respecto a tal cometido.
• Feedback continuo. La ejecución de determinadas tareas, en un periodo determinado de tiempo, pueden requerir la aplicación de ese feedback continuo. En procesos que requieran gran complejidad y una supervisión minuciosa, este feedback constante ahorrará tiempo al evitar tener que retomar los procesos.
• Feedback formal. Más calmado en el tiempo y con respuestas más elaboradas que en los anteriores, el feedback formal se puede dar pasados seis meses, por ejemplo, de la incorporación de un empleado a una empresa, o al año. O tras la realización de un proyecto que requiera de esa retroalimentación por parte de uno o varios miembros de la empresa, normalmente en cargos de mayor jerarquía. El feedback formal puede elaborarse en torno a un modelo fijo que usa la empresa o ser personalizado. Surge para con el objetivo de lograr upgrades o mejoras tanto en el trabajador como en los desempeños.
• Feedback efectivo. Se parece al feedback formal por su voluntad de encontrar, de manera detallada, aquellas áreas en las que se puede mejorar, poniendo el acento en la motivación y el engagement del empleado con la compañía.

Algunos ejemplos de feedback

Hay tareas y desempeños que se prestan a feedback, pues requieren un grado de creatividad y cierto riesgo. Un copy writer que entrega una propuesta de anuncio necesitará un feedback continuo hasta que se perfilen los aspectos que se quieren comunicar y el cliente (de la agencia) dé el visto bueno.

No olvidemos que el feedback se puede dar en el ámbito empresarial, pero también en el mundo del espectáculo, del deporte, incluso de la sanidad. El médico interno residente que pone por primera vez un vendaje, bajo la supervisión de un médico más experimentado, también necesitará ese feedback, en este caso inmediato, para saber si lo ha hecho bien. Puede ser un feedback positivo o negativo, pero en ambos casos abierto a la mejora de aquellos aspectos que se pueden perfeccionar. Ya que de diez destrezas ejecutadas, nueve pueden estar perfectas y una ser digna de mejora.