Qué es la técnica Pomodoro

El nombre de “Pomodoro” procede del famoso temporizador de cocina con forma de tomate (“pomodoro” en italiano), que fue el que utilizó un estudiante llamado Francesco Pirillo cuando descubrió lo improductivas que eran sus horas de estudio. Con dicho contemporizador, se estableció breves periodos de tiempo en los que se marcaba un objetivo de estudio, con lo que su concentración y, en consecuencia, su rendimiento, mejoraron sustancialmente.

Así, la técnica Pomodoro es un método que puede ayudar a mantener, e incluso mejorar, la productividad de una persona, llegando a realizar más trabajo en menos tiempo. Esta innovadora técnica es realmente útil para ser más productivo mediante la correcta gestión del tiempo de trabajo, con el fin de crear nuevos hábitos y aprovechar las horas laborales o de creatividad que dispone cada uno.

Cómo funciona la técnica Pomodoro

Un método muy sencillo para aplicar la técnica Pomodoro es seguir lo siguientes pasos:

1. Realiza una lista de tus tareas pendientes y consigue un cronómetro o un temporizador. Cualquier teléfono móvil actual lo tiene ya incorporado.
2. Configura dicho temporizador para 25 minutos y concéntrate en una sola tarea hasta que el conteo de minutos llegue a su fin. Esto es lo que se conoce como “un pomodoro”.
3. Cuando termine la sesión, marca tu primer pomodoro y regístralo como completado. En ese momento, establece un descanso de 5 minutos.
4. Una vez que hayamos completado un total de cuatro pomodoros, podremos tomarnos un descanso más largo, entre los 15 y los 30 minutos.

¿Qué beneficios tiene la técnica Pomodoro?

El método Pomodoro es especialmente idóneo para aquellos a los que les cuesta mantener el foco durante la realización de una tarea. De esta manera, establecer bloques de tiempo o pomodoros permite:

• Una calidad de concentración más alta: al ser un periodo de tiempo relativamente corto, permite “forzar” a concentrarse de forma más efectiva.
• Una mejor gestión del tiempo: establecer bloques de tiempo muy precisos permite saber exactamente cuánto tiempo se le está dedicando a una determinada labor, sea estudiar o desarrollar un trabajo concreto.
• Ligado a lo anterior, conocer en qué gestionas tu tiempo y cuánto tardas exactamente en realizar una tarea te permite saber con precisión en qué estás siendo productivo y por cuánto tiempo, por lo que aumentará sustancialmente tu productividad.
• En consecuencia, se produce una mayor sensación de satisfacción: al realizar tus tareas y estar más tiempo concentrado, la sensación de bienestar es mayor. Al ser humano le gusta mucho ese sentimiento de haber completado todos los quehaceres que se ha propuesto, por lo que la sensación de triunfo será mayor.
• Te permite gestionar mucho mejor las distracciones, ya que entre los diferentes pomodoros hay periodos de diez minutos dedicados a la distracción y, por tanto, para despejar la mente antes de afrontar un nuevo bloque de trabajo.

Con esta técnica, descubrirás que el tiempo ya no es tu enemigo, sino tu aliado.